Yo tengo el control sobre mi cámara…

El entendimiento de las lecciones anteriores y la realización de los ejercicios sugeridos deben habernos permitido conocer que la configuración de determinadas variables de nuestra cámara nos dará la posibilidad de obtener un resultado u otro. Esta configuración deberá hacerse en función de la intención que perseguimos al hacer una fotografía.

Para efectos de esta lección, la intención será una de las cuatro siguientes: enfoque selectivo, gran profundidad de campo, movimiento o congelar el momento.

Enfoque Selectivo

Este es un estilo muy utilizado en retratos. Lo que se pretende es dirigir la atención a un punto específico de la imagen (ver fotografía derecha), lo cual se logra centrando el enfoque en el sujeto, aunque se pierda información a su alrededor.

Tal y como se ha visto en uno de los ejercicios anteriores, este efecto se obtiene con una gran apertura, haciendo la compensación que corresponda con la velocidad de obturación. Al haber una profundidad de campo limitada al plano en el que se encuentra el objeto (espacio por delante y por detrás del plano enfocado), la cámara no necesita tanto tiempo para “dibujar” la totalidad de la foto. Esta apertura permite una mayor entrada de luz, por lo tanto, el tiempo de obturación debe ser menor.

Ejercicio:

Busca tu modelo… Elige un lugar abierto, con luz natural, preferiblemente al final de la tarde para evitar las sombras tan acentuadas que produce el sol cuando se encuentra sobre nuestras cabezas. Ahora vamos a configurar la cámara… Recuerda:

· Modo M (Manual)

· Configura la apertura al valor máximo que dé la óptica de tu cámara (un f lo más cercano posible a 1)

· Enfoca a tu modelo (oprimiendo el obturador hasta la mitad).

· Analiza la información que te devuelve el fotómetro y ajusta la velocidad de obturación (t) hasta que el valor de exposición sea 0.

· Dispara

Gran Profundidad de Campo

Es el estilo que se emplea al fotografiar paisajes, con el objetivo de que puedan apreciarse los detalles en la totalidad de la imagen (ver fotografía izquierda).

El enfoque, por tanto, es en la totalidad de la imagen sin importar la distancia entre el punto de enfoque más cercano y el más lejano. Para lograr este efecto se requiere cerrar la apertura a los valores más elevados (posible número f más distante al 1), lo cual se compensa aumentando el tiempo de obturación.

Ejercicio:

En un día soleado elige un paisaje natural o urbano que puedas fotografiar. Ahora vamos a configurar la cámara… Recuerda:

· Modo M (Manual)

· Configura la apertura al valor mínimo que dé la óptica de tu cámara (un f lo más lejano posible a 1)

· Enfoca un punto que esté entre el primer y el segundo tercio del plano (oprimiendo el obturador hasta la mitad).

· Analiza la información que te devuelve el fotómetro y ajusta la velocidad de obturación (t) hasta que el valor de exposición sea 0.

· Dispara

Movimiento

Este estilo se emplea en fotografías que pretenden dar la sensación de un objeto en movimiento. Para ello, es necesaria una obturación prolongada (valores t superiores a un segundo inclusive). Como el campo sensible estará expuesto a la luz por un considerable espacio de tiempo, es necesaria la compensación con una apertura reducida. Ello obligará al fotógrafo a apoyar la cámara en un trípode, o la imagen quedará movida.

La imagen que acompaña esta explicación es un ejemplo de este efecto. La cámara ha capturado una secuencia de movimientos que pueden haber ocurrido en un espacio de segundo, segundo y medio. Al ser ésta la intención del fotógrafo, configuró el valor de t (variable que rige este efecto) por el tiempo que dura la acción a capturar y así conseguir que los objetos en movimiento dejen esa particular estela.

Para que un objeto en movimiento se fije en la imagen, éste debe estar en el cuadro por un espacio de al menos 1/3 del tiempo de obturación. Cuando el tiempo de permanencia es menor, el objeto en movimiento se dibujará como una figura fantasmagórica o no aparecerá en la imagen.

Ejercicio:

En un espacio poco iluminado (puede ser el interior de tu casa o el exterior si ya empieza a oscurecer) elige un objeto o persona en movimiento lento. Ahora vamos a configurar la cámara… Recuerda:

· Modo M (Manual)

· Pon la cámara en un trípode porque de lo contrario toda la imagen saldrá movida.

· Configura la velocidad de obturación a un valor suficientemente lento para capturar el objeto durante el tiempo que movimiento (un t superior a 0.5 segundos)

· Enfoca el objeto (oprimiendo el obturador hasta la mitad.- quizá sea necesario enfocar otro objeto en el mismo plano).

· Analiza la información que te devuelve el fotómetro y ajusta la apertura (f) hasta que el valor de exposición sea 0.

· Dispara

Congelar el Momento

Es el efecto contrario al anteriormente descrito. El objetivo es buscar “congelar” un objeto en movimiento, usando una obturación muy rápida (valores de t inferiores a 1/500 o más rápidos si el objeto en movimiento se desplaza a alta velocidad).

Este estilo es usado en diversidad de formas, como el momento en el que un guardameta salta para atrapar la pelota de fútbol antes de que cruce el arco de la portería o un colibrí que es atrapado en una imagen en pleno vuelo. Un valor de t muy corto debe ser compensado con una gran apertura.

Ejercicio:

Enfoca un ventilador encendido en una habitación con muy poca luz (o con la luz apagada, dirigiendo la luz de una linterna al ventilador). Ahora vamos a configurar la cámara hasta que el valor t se lo suficientemente rápido para congelar una imagen del aspa en movimiento… Recuerda:

· Modo M (Manual)

· Configura la velocidad de obturación a un valor suficientemente rápido para congelar el objeto en movimiento (un t inferior a 1/500 segundos)

· Enfoca el objeto (oprimiendo el obturador hasta la mitad.

· Analiza la información que te devuelve el fotómetro y ajusta la apertura (f) hasta que el valor de exposición sea 0.

· Dispara

· Si no logras congelar el aspa, aumenta la velocidad de obturación (t), sin olvidar hacer el ajuste de la apertura (f).

· Has lo intentos que sean necesarios repitiendo todos los dos pasos anteriores.

Profundidad de Campo

Después haber completado la lección práctica anterior debes estar en capacidad de entender algo mejor tu cámara, específicamente sobre aquello relacionado con la configuración de dos variables críticas para el correcto uso del modo manual: la apertura y la velocidad de obturación. Con este avance conocerás algo más sobre estas dos variables, y añadiremos un nuevo concepto: la profundidad de campo.

La profundidad de campo es el espacio, por delante y por detrás del plano enfocado, comprendido entre el primer y el último punto apreciablemente nítido reproducidos en el mismo plano de enfoque.

Antes de ampliar este concepto, reforcemos un punto desarrollado en la lección anterior: el enfoque.

Las cámaras ofrecen la posibilidad de elegir entre distintos puntos de enfoque cuando trabajas en modo AF (enfoque automático). Los profesionales recomiendan el enfoque centrado, aunque ello implique enfocar el objeto y después modificar el encuadre (sin soltar el obturador), con la intención de conseguir la composición deseada. La posibilidad de modificar el enfoque a otro punto que no sea el central la suelo limitar a fotografías realizadas sobre un trípode, en cuyo caso, la movilidad suele ser más reducida.

Identifica cómo modificar el punto de enfoque en tu cámara y ten presente esta posibilidad, si llegase a ser necesario.

En las imágenes de la derecha verás que es posible conseguir voluntariamente el enfoque en distintos planos de la imagen. La fotografía superior representa un enfoque hecho en un punto más cercano a la cámara que en la imagen inferior. Recuerda… el enfoque lo controlas tú.

Ejercicios:

• Realiza varias fotografías de la habitación en la que te encuentras, consiguiendo el enfoque sobre objetos que estén a 1 metro, a 3 metros y a 5 metros. Recuerda que el enfoque lo consigues apuntando a un objeto y presionando el obturador de la cámara hasta la mitad.
• Para reproducir un ejercicio similar al representado en la fotografía, ajusta la apertura al mayor valor de f posible (el más cercano a 1 que permita tu objetivo). Recuerda buscar el balance adecuado, compensando la apertura indicada con la velocidad de obturación (valor t) que corresponda.

En las imágenes de la izquierda verás que también es posible controlar la profundidad de campo. La imagen del recuadro izquierdo tiene una profundidad de campo menor (el enfoque es en pocas líneas) que la imagen del recuadro derecho (el enfoque es casi en la totalidad de las líneas). Este efecto se consigue modificando la apertura.

Para este ejemplo específico, la fotografía de la izquierda se hizo con una apertura de 1,8 y la imagen de la derecha con una apertura de 6,3. De estos se debe deducir que para fotografías con mayor profundidad de campo se requiere una apertura más baja (f más alejado de 1) que para fotografías con menor profundidad de campo. Fue necesario ajustar la velocidad de exposición entre una toma y la otra (t=1/1000 izquierda y t=1/80 derecha) para conseguir un valor de exposición igual a 0 en ambos casos.

Ejercicio:

• Realiza tres fotografías de un mismo objeto desde un mismo punto: con la mayor apertura que te permita tu objetivo (número f más cercano al 1), con la menor apertura que te permita tu objetivo (número f más alejado de 1) y con una apertura intermedia. Recuerda que después de modificar la f, debes ajustar el valor de t para compensar la imagen en un valor de exposición de 0. Compara las tres fotografías.

En la próxima entrega hablaremos sobre cómo configurar las variables apertura y velocidad de obturación en función de la intención que persigas. Si quieres recibir actualizaciones sobre los siguientes avances y recomendaciones sobre el uso de tu cámara réflex, recuerda seguirme en Facebook: https://www.facebook.com/ReflexSpace.

Apertura y Velocidad de Obturación

Camino por la ciudad, con sus ruidos, su tráfico, sus olores, su gente que va de un sitio a otro… La percibo como un conjunto en el que todo convive de forma caótica. Mi cerebro, por instinto de protección, empieza a filtrar el exceso de información… No necesita procesarlo todo… No desea procesarlo todo. Giro en una esquina y me encuentro de frente con el poster de una película que estrenarán el fin de semana. En la imagen hay una actriz que he visto en muchas películas y cuyo nombre no recuerdo. Algo ocurre…  Mi cerebro, a pesar de toda la contaminación que me rodea, se centra en esta chica. No soy capaz ni de ver el resto del poster… solo veo a la chica… Ya recuerdo su nombre.

Situaciones como la descrita se nos presentan a diario. Estamos rodeados de imágenes que compiten entre sí y solo algunas son lo suficientemente poderosas como para captar el interés de nuestros sentidos. Detrás de éstas hay un esfuerzo importante, en algunos casos de equipos especializados en conseguir este objetivo: atraer la atención de determinado público a un punto específico.

Al instante vienen a nuestra cabeza otros pensamientos que nos ocupan nuevamente en lo nuestro… Pero la imagen se ha quedado ahí! Impresa en algún sector de nuestro cerebro.

A todos nos ha pasado que para salir en la foto de grupo del viaje que hemos hecho con los amigos, le damos la cámara al primero que pasa por delante, quien con mucha voluntad acepta el encargo. Nos regresa la cámara y al ver el resultado en la pantalla, nos damos cuenta que a un colega le ha cortado la cabeza, otra salió con los ojos cerrados, a un lado hay una señora con mirada de loca y la torre que teníamos atrás, necesaria para que se entienda el contexto, ni sale en la foto, dando lo mismo si la foto hubiese sido hecha en la plaza del barrio… En otras palabras, lo que esperábamos de la foto y el resultado final no coinciden. En esta situación terminamos culpando al “voluntario” que asumió el reto de hacer el click.

Estas dos breves historias las dejo a modo de introducción, para que caigamos en la cuenta en algo que sabemos: hay fotos buenas y hay fotos malas. El aficionado a la fotografía no necesita un equipo de producción o un director artístico que le acompañen en el viaje que hacen con la pareja, familiares o amigos el fin de semana. Eso no quiere decir que las fotografías que realice no puedan ser bellas, o al menos correctas. Parte del mérito que hay detrás de una gran imagen lo tiene el fotógrafo, que previamente define su intención y busca las condiciones adecuadas para llevar a cabo su trabajo, pero otra, que no es menos importante, es el correcto uso del equipo en el que se apoya… su cámara.

Toda cámara fotográfica réflex digital ofrece automatismos, totales y/o parciales, que son configurables. El objetivo que deberemos proponernos mientras avancemos en el seguimiento de estas lecciones prácticas será ir pasando de los automatismos al modo manual, que implica mucho más que girar el disco de la cámara hasta llegar a la M. Llegaremos a ser capaces de plasmar en una imagen nuestra “intención” cuando seamos nosotros los que le digamos a la cámara lo que queremos que haga y no sea ésta la que lo decida.

Este primer avance se centrará en la relación de dos de las variables que estamos en capacidad de controlar: la apertura y el tiempo de exposición. Algo que alguna vez hemos escuchado y posiblemente olvidado es que el color es luz. Una cámara captura la luz y la refleja por un espacio de tiempo sobre una superficie fotosensible.  Esta superficie, al ser expuesta a la luz, la captura generando una imagen. Si la cantidad de luz es excesiva o el tiempo al que ha sido expuesta es elevado, la imagen quedará blanca, lo que se conoce como fotografía sobreexpuesta. Si por el contrario, la luz es poca o el tiempo de exposición es  insuficiente, la imagen tenderá al negro.

La apertura la regula un dispositivo llamado diafragma y suele representarse con una f. El tiempo de exposición, representado por una t, lo controla el obturador. Estas dos variables se compensan entre sí. La correcta configuración de éstas determinará el tipo de imagen o intención, lo cual se tratará en sesiones siguientes. De momento nos centraremos en entender cómo controlarlas.

Las cámaras están en capacidad de medir la cantidad de luz necesaria para capturar una imagen en un determinado tiempo de exposición. Aun así, los profesionales suelen apoyarse en dispositivo adicional llamado fotómetro.  Para la práctica de hoy bastará con tu cámara.

Conceptos Básicos

Foco

En óptica geométrica, un foco es el punto donde convergen los rayos de luz originados desde un punto en el objeto observado.

Ejercicio

Para enfocar, posiciónate a una distancia del objeto a fotografiar y presiona el obturador hasta la mitad. Verás el objeto más nítido si tienes la óptica (el objetivo) en modo AF (auto focus). Tienes la opción de modificar esta funcionalidad y hacer el enfoque manualmente, girando suavemente el disco anterior del objetivo, hasta conseguir el enfoque.

Si no logras conseguir el enfoque, distánciate del sujeto. Cada óptica requiere una distancia mínima determinada, lo que se conoce como Distancia Focal (de la que se hablará en futuras entregas).

Diafragma y número f

La capacidad que tiene un objetivo para dejar pasar la luz se denomina luminosidad. Una de las maneras de indicar esta luminosidad es mediante el número f que se elige de la siguiente escala:

1 - 1,4 - 2 - 2,8 - 4 - 5,6 - 8 - 11 - 16 - 22 - 32 - 45 etc.

En ésta,  f = 1 representa la mayor apertura. Esta apertura irá disminuyendo en la medida en que se avance en esta progresión.

Ejercicio

Identifica dónde se ajusta el número f en tu cámara. Si usas un objetivo de focal variable, identifica el número f en las focales extremas (Ej. 18-55)

Tiempo de Exposición

Los tiempos de exposición de una cámara fotográfica pueden ajustarse en valores discretos. Estos valores suelen oscilar entre los 30 segundos y 1/8000 de segundo en las mejores cámaras; para realizar exposiciones más largas suele existir la opción B (o modo Bulb) en la que el obturador se mantiene abierto durante el tiempo que mantengamos el dedo sobre el pulsador.

Ejercicio

Identifica dónde se ajusta el tiempo de exposición en tu cámara.

Manos a la obra… Aprender a compensar la variable f cuando se modifica el valor t y viceversa

Para empezar, configura tu cámara en modo manual. Este ajuste se hace en la mayoría de las cámaras en un disco giratorio ubicado en la parte superior del cuerpo. Si tienes más de un objetivo, elige alguno que tenga un rango que vaya de angular a tele (Ejemplo: 18-55). Si las condiciones son las adecuadas, intenta elegir un espacio abierto, con luz natural, evitando las horas del día de más sol.

Todas las cámaras digitales llevan incorporado un exposímetro o fotómetro que mide la cantidad de luz del motivo a fotografiar. Esta medición (valor de exposición)  la deberás ver en el visor o en la pantalla posterior al hacer un enfoque, y es representada en una escala que va en la mayoría de los casos del -3 al 3, pasando por el 0, intencionalmente posicionado en el centro. Valores menores o mayores por lo general están fuera de este instrumento de medición.

Una vez que has elegido el objeto a fotografiar, haz el enfoque con tu cámara oprimiendo el obturador hasta la mitad. Deberás analizar la información que te devuelve el fotómetro para tomar una decisión sobre el ajuste a efectuar. Con una apertura (número  f) de 16, ajusta el tiempo de exposición (t), hasta conseguir que el valor de exposición sea 0. Haz otra toma con un valor de exposición de -3 y otra con un valor de exposición de 3, manteniendo el número f en 16. Ahora, compara las 3. Verás que la primera foto, con el valor de exposición igual a cero, es correcta (hay suficiente información tanto en los elementos más claros de la imagen como en los más oscuros). La segunda, hecha con un valor de exposición negativo, quedará oscura o subexpuesta. La última, hecha con un valor de exposición positivo,  quedará clara o sobreexpuesta.

Ahora vas a hacer un ejercicio similar, pero manteniendo un tiempo de exposición (t) fijo de 1/200. Este valor de t significa que el obturador estará abierto por un fracción de 1/200 de segundo. Has una primera toma con un valor de exposición de cero, modificando la apertura (f) y dos tomas adicionales, con un valor de exposición de -3 (con una apertura menor.- o en otras palabras, un f más distante del 1) y con un valor de exposición de 3 (con una apertura mayor.- o en otras palabras, un f más cercano al 1), manteniendo el t de 1/200 en ambos casos. Al comparar las 3 fotografías , verás un resultado similar al del ejercicio anterior. La primera foto, con el valor de exposición igual a cero, es correcta (hay suficiente información tanto en los elementos más claros de la imagen como en los más oscuros). La segunda, hecha con un valor de exposición negativo, quedará oscura o subexpuesta. La última, hecha con un valor de exposición positivo,  quedará clara o sobreexpuesta.

Aprendizaje Esperado

La conclusión a la que debes llegar después de este ejercicio, es que una modificación en la apertura debe ser compensada con un ajuste en el tiempo de obturación y viceversa, a fin de conseguir una foto con un balance correcto. La cantidad de luz en una imagen varía prácticamente por cualquier modificación que realices durante la toma (un cambio en la focal, la entrada en el cuadro de un objeto oscuro como puede ser alguien con una camisa negra o claro como puede ser alguien con una camisa blanca, una nube que pasa, un cambio de enfoque, etc.). Justo antes de disparar, recuerda llevar el valor de exposición a 0.

Los colores, así como los tonos claros y oscuros, serán más cercanos a la realidad si has conseguido hacer la foto con un valor de exposición igual a cero. Hay artistas que intencionadamente pueden perseguir el objetivo de subexponer o sobreexponer una imagen, o parte de ésta.

En la próxima entrega explicaré como ajustar los valores f y t, en función del resultado que pretendas conseguir.

Reflex Space

Con el inicio de año he empezado un nuevo proyecto que me llena de ilusión. He creado una Facebook Page para aquellos interesados en ampliar su entendimiento sobre el uso de las cámaras réflex. Lo he llamado Reflex Space.

Basta con darse una vuelta por cualquier ciudad del mundo que recibe turistas para caer en la cuenta que cada vez es mayor el número de personas que llevan encima equipos réflex bastante sofisticados. Creo que uno de los motivos por los cuales la fotografía réflex esté ganando tantos adeptos se atribuye, en parte, al paso que se ha dado de la tecnología  analógica a la digital. Ya no es necesario invertir grandes cantidades de dinero en el revelado de carretes, ni hay que esperar a completar con este proceso para ver el resultado final de un momento captado en una imagen fotográfica.

Algo que sí lamento un poco es que se esté invirtiendo cantidades importantes en la adquisición de equipos réflex y sus componentes, y que estén siendo infrautilizados por el desconocimiento de su funcionamiento. No son grandes las diferencias entre las fotos que se pueden hacer con un teléfono móvil o una cámara réflex, cuando no se explota todo el potencial a esta última.

Reflex Space no pretende ser un espacio para aprender fotografía. La fotografía abarca un concepto mucho más amplio (historia, composición, edición, etc.) Lo que espero es que quienes visiten esta Facebook Page con frecuencia descubran que hay un maravilloso mundo más allá del modo AUTO… En otras palabras, se centrará en la operación de una cámara de estas características.

Te invito a seguirme, haciendo click en Like de Reflex Space .

Feliz 2013. Deseo logres materializar todos tus proyectos y deseos.

Canon 1100D

Tengo una cámara nueva… muy parecida a la que he usado hasta ahora, pero ésta es de 12.2 mega pixeles e incluye funcionalidades adicionales como grabación de video.

Estamos rodeados de imágenes. En un mundo en el que las redes sociales están en plena expansión, la acción de compartir experiencias e historias se apoya mucho en el contenido gráfico. Cualquier teléfono móvil medianamente aceptable cuenta con una cámara fotográfica. A pocos segundos de vivir un momento Kodak, es posible compartirlo con amigos y conocidos en el mundo entero a través de la Red. Podría decirse que todos nos hemos convertido en reporteros gráficos…

Atrás han quedado los años en los que ver las fotos del último viaje no era algo que ocurría sino hasta  días después del regreso y de pagar por un revelado. No solo era algo costoso, sino que no era hasta ese momento que nos dábamos cuenta que esa foto que prometía ser maravillosa, tenía que desecharse porque alguno cerró los ojos, o se atravesó un “modelo” inesperado o simplemente quedó fuera de foco. Regresar al mismo sitio, o con los mismos compañeros de viaje, no es algo que resulta siempre posible, y aún así, vivir el mismo “momento” es algo que simplemente no ocurre.

En este mundo que avanza de forma tan acelerada, es muy fácil olvidarse que el dos vino antes que el tres y esto puede ocurrir con la fotografía. No es que me resista al avance o que señale inquisitivamente a la masificación tecnológica. Todo lo contrario… soy un fan de los gadgets… pero quienes hemos tenido la oportunidad de vivir la experiencia de un cuarto de revelado, con su estricto proceso y su olor peculiar, podríamos sentir nostalgia por el olvido en el que pueden quedar los pioneros de la fotografía, quienes hicieron las cosas de la misma manera por casi doscientos años.

Esa sensación del click en la yema del dedo, o ese ajuste manual de diafragma y obturador para conseguir un enfoque selectivo, es algo indescriptible para quienes amamos la fotografía… Con las ganas de sacarle provecho a esta compra, espero capturar muchos momentos Kodak que ya compartiré por aquí con ustedes y por las redes sociales.

La primera foto que hice con mi cámara nueva acompaña a este avance.

Besos y abrazos!

Con nuevo horario…

Con el regreso a la rutina laboral me he visto en la obligación de cambiar el horario de mis clases. La escuela ha conseguido que adelante las últimas clases del primer año, al unirme a un grupo que empezó el Ciclo Global unos meses antes que el yo. Este grupo terminará sus clases el 7 de julio, fecha en la que me uniré a un grupo del Ciclo Profesional que empezó el programa unos meses después, para continuar en el punto en el que abandoné a mi grupo inicial.

Esta experiencia de compartir con más de un grupo ha sido sumamente enriquecedora. Mis compañeros iniciales, muy jóvenes en su mayoría, me impresionaron por su capacidad creativa y de innovación, especialmente aquellos con formación previa en arquitectura o cine y alguno que otro que está haciendo de la fotografía su primera profesión. En las sesiones de tutoría que compartí con ellos pude admirar trabajos verdaderamente impresionantes.

Por su parte, el grupo con el que asisto a clases actualmente, que a su vez es algo más contemporáneo, me impresiona por su interés en reproducir técnicas y esquemas ya probados por artistas consagrados del cine y la fotografía a los que hacen referencia en su trabajo, lo cual es otro modelo de aprendizaje que también resulta interesante.

He de reconocer que por haber diferido un número importante de clases, tengo alguna que otra laguna que espero superar cuando me una al siguiente grupo. Sin embargo, ha sido un verdadero placer haber pasado por varias clases de positivado en el laboratorio de revelado o por las clases de flash avanzado, con esquemas de iluminación que me encantará seguir empleando en el futuro.

Por el momento, sigo adelantando con mis ejercicios de fotografía con luz continua, tanto en estudio como en exteriores, con especial interés en el retrato.

Estoy súper fiebrúo!

No sé si la palabra existe, pero la expresión es conocida por todos… Estoy “enfiebrado” con la fotografía.  Con el avance del ciclo he ido aprendiendo muchísimo.  Cada clase es una experiencia fantástica y un descubrimiento al mundo de las imágenes, las cámaras y aspectos más internos, como es el estilo. 

A la fecha ya he tenido el privilegio de recibir clases de profesores fabulosos, entre los que podría citar a Miguel Oriola y Julio Álvarez Yagüe.  Del primero recibí una clase magistral sobre EL LENGUAJE FOTOGRÁFICO que terminó siendo una muy buena reflexión sobre el poder de la fotografía y del segundo las primeras nociones sobre COMPOSICIÓN.  Para explicarme sobre el uso y las partes de la cámara y para las clases prácticas en plató tengo al Prof. Jesús Clemens y como tutora tengo a Beatriz Martínez, quien además es Jefa de Estudios.

Las primeras sesiones me sirvieron para conocer mi cámara y aprender sobre las técnicas más básicas apoyadas en el obturador y el diafragma.  Tuve mi primera tutoría y creo que me fue bastante bien.  Todavía no considero que lo que haga tenga algún valor artístico, pero al menos sé que técnicamente es suficientemente correcto.  El programa ha incluido temas como ILUMINACIÓN y se ha puesto súper entretenido.  Con la formación que me han dado a la fecha y con las herramientas que cuento ya tengo derecho a usar los estudios, que están muy bien equipados.  He tenido un par de sesiones y si por mi fuera, tendría una al día.  Por primera vez en la vida me ocurre que llego a casa deseoso de hacer los deberes (tareas).

Ya hemos tenido un primer contacto con Photoshop (PS), que usado con criterio es una maravillosa herramienta con la que pueden hacerse maravillas.  Digo con criterio, porque es tan poderoso que a partir de una fotografía muy mala se puede lograr una imagen muy buena.  Con esto no digo que el retoque fotográfico no sea otro arte… A lo que me refiero es que el PS no puede darle licencia al que se haga llamar fotógrafo de tomar fotos malas, con la certeza de que podrá mejorarlas después.  La herramienta también permite hacer cosas divertidas como la foto a la izquierda (Aclaro que todavía no he tenido clases prácticas, así que a los muy críticos del arte les pido que por el momento se ahorren los comentarios… La idea fue divertirme un rato y familiarizarme con el PS después de la sesión introductoria).  Hay artistas como Anthony Goicolea y Kelli Connell que han basado su carrera en el uso de esta técnica.

Es muy pronto para saber hacia dónde dirigiré este camino… Las alternativas son múltiples y las ganas suficientes.  Si alguien está interesado en una sesión fotográfica y se encuentra en la zona, no dude en contactarme.

Hasta el próximo avance!