viernes, 18 de enero de 2013

Apertura y Velocidad de Obturación

Camino por la ciudad, con sus ruidos, su tráfico, sus olores, su gente que va de un sitio a otro… La percibo como un conjunto en el que todo convive de forma caótica. Mi cerebro, por instinto de protección, empieza a filtrar el exceso de información… No necesita procesarlo todo… No desea procesarlo todo. Giro en una esquina y me encuentro de frente con el poster de una película que estrenarán el fin de semana. En la imagen hay una actriz que he visto en muchas películas y cuyo nombre no recuerdo. Algo ocurre…  Mi cerebro, a pesar de toda la contaminación que me rodea, se centra en esta chica. No soy capaz ni de ver el resto del poster… solo veo a la chica… Ya recuerdo su nombre.les_miserables_poster_anne_hathaway

Situaciones como la descrita se nos presentan a diario. Estamos rodeados de imágenes que compiten entre sí y solo algunas son lo suficientemente poderosas como para captar el interés de nuestros sentidos. Detrás de éstas hay un esfuerzo importante, en algunos casos de equipos especializados en conseguir este objetivo: atraer la atención de determinado público a un punto específico.

Al instante vienen a nuestra cabeza otros pensamientos que nos ocupan nuevamente en lo nuestro… Pero la imagen se ha quedado ahí! Impresa en algún sector de nuestro cerebro.

A todos nos ha pasado que para salir en la foto de grupo del viaje que hemos hecho con los amigos, le damos la cámara al primero que pasa por delante, quien con mucha voluntad acepta el encargo. Nos regresa la cámara y al ver el resultado en la pantalla, nos damos cuenta que a un colega le ha cortado la cabeza, otra salió con los ojos cerrados, a un lado hay una señora con mirada de loca y la torre que teníamos atrás, necesaria para que se entienda el contexto, ni sale en la foto, dando lo mismo si la foto hubiese sido hecha en la plaza del barrio… En otras palabras, lo que esperábamos de la foto y el resultado final no coinciden. En esta situación terminamos culpando al “voluntario” que asumió el reto de hacer el click.

Estas dos breves historias las dejo a modo de introducción, para que caigamos en la cuenta en algo que sabemos: hay fotos buenas y hay fotos malas. El aficionado a la fotografía no necesita un equipo de producción o un director artístico que le acompañen en el viaje que hacen con la pareja, familiares o amigos el fin de semana. Eso no quiere decir que las fotografías que realice no puedan ser bellas, o al menos correctas. Parte del mérito que hay detrás de una gran imagen lo tiene el fotógrafo, que previamente define su intención y busca las condiciones adecuadas para llevar a cabo su trabajo, pero otra, que no es menos importante, es el correcto uso del equipo en el que se apoya… su cámara.

Toda cámara fotográfica réflex digital ofrece automatismos, totales y/o parciales, que son configurables. El objetivo que deberemos proponernos mientras avancemos en el seguimiento de estas lecciones prácticas será ir pasando de los automatismos al modo manual, que implica mucho más que girar el disco de la cámara hasta llegar a la M. Llegaremos a ser capaces de plasmar en una imagen nuestra “intención” cuando seamos nosotros los que le digamos a la cámara lo que queremos que haga y no sea ésta la que lo decida.

Este primer avance se centrará en la relación de dos de las variables que estamos en capacidad de controlar: la apertura y el tiempo de exposición. Algo que alguna vez hemos escuchado y posiblemente olvidado es que el color es luz. Una cámara captura la luz y la refleja por un espacio de tiempo sobre una superficie fotosensible.  Esta superficie, al ser expuesta a la luz, la captura generando una imagen. Si la cantidad de luz es excesiva o el tiempo al que ha sido expuesta es elevado, la imagen quedará blanca, lo que se conoce como fotografía sobreexpuesta. Si por el contrario, la luz es poca o el tiempo de exposición es  insuficiente, la imagen tenderá al negro.

La apertura la regula un dispositivo llamado diafragma y suele representarse con una f. El tiempo de exposición, representado por una t, lo controla el obturador. Estas dos variables se compensan entre sí. La correcta configuración de éstas determinará el tipo de imagen o intención, lo cual se tratará en sesiones siguientes. De momento nos centraremos en entender cómo controlarlas.

Las cámaras están en capacidad de medir la cantidad de luz necesaria para capturar una imagen en un determinado tiempo de exposición. Aun así, los profesionales suelen apoyarse en dispositivo adicional llamado fotómetro.  Para la práctica de hoy bastará con tu cámara.

Conceptos Básicos

Foco

En óptica geométrica, un foco es el punto donde convergen los rayos de luz originados desde un punto en el objeto observado.

Ejercicio

Para enfocar, posiciónate a una distancia del objeto a fotografiar y presiona el obturador hasta la mitad. Verás el objeto más nítido si tienes la óptica (el objetivo) en modo AF (auto focus). Tienes la opción de modificar esta funcionalidad y hacer el enfoque manualmente, girando suavemente el disco anterior del objetivo, hasta conseguir el enfoque.

Si no logras conseguir el enfoque, distánciate del sujeto. Cada óptica requiere una distancia mínima determinada, lo que se conoce como Distancia Focal (de la que se hablará en futuras entregas).

Photo 17-01-13 21 32 12Diafragma y número f

La capacidad que tiene un objetivo para dejar pasar la luz se denomina luminosidad. Una de las maneras de indicar esta luminosidad es mediante el número f que se elige de la siguiente escala:

1 - 1,4 - 2 - 2,8 - 4 - 5,6 - 8 - 11 - 16 - 22 - 32 - 45 etc.

En ésta,  f = 1 representa la mayor apertura. Esta apertura irá disminuyendo en la medida en que se avance en esta progresión.

Ejercicio

Identifica dónde se ajusta el número f en tu cámara. Si usas un objetivo de focal variable, identifica el número f en las focales extremas (Ej. 18-55)

Tiempo de Exposición

Los tiempos de exposición de una cámara fotográfica pueden ajustarse en valores discretos. Estos valores suelen oscilar entre los 30 segundos y 1/8000 de segundo en las mejores cámaras; para realizar exposiciones más largas suele existir la opción B (o modo Bulb) en la que el obturador se mantiene abierto durante el tiempo que mantengamos el dedo sobre el pulsador.

Ejercicio

Identifica dónde se ajusta el tiempo de exposición en tu cámara.

Manos a la obra… Aprender a compensar la variable f cuando se modifica el valor t y viceversa

Para empezar, configura tu cámara en modo manual. Este ajuste se hace en la mayoría de las cámaras en un disco giratorio ubicado en la parte superior del cuerpo. Si tienes más de un objetivo, elige alguno que tenga un rango que vaya de angular a tele (Ejemplo: 18-55). Si las condiciones son las adecuadas, intenta elegir un espacio abierto, con luz natural, evitando las horas del día de más sol.

Photo 17-01-13 21 40 16Todas las cámaras digitales llevan incorporado un exposímetro o fotómetro que mide la cantidad de luz del motivo a fotografiar. Esta medición (valor de exposición)  la deberás ver en el visor o en la pantalla posterior al hacer un enfoque, y es representada en una escala que va en la mayoría de los casos del -3 al 3, pasando por el 0, intencionalmente posicionado en el centro. Valores menores o mayores por lo general están fuera de este instrumento de medición.

Una vez que has elegido el objeto a fotografiar, haz el enfoque con tu cámara oprimiendo el obturador hasta la mitad. Deberás analizar la información que te devuelve el fotómetro para tomar una decisión sobre el ajuste a efectuar. Con una apertura (número  f) de 16, ajusta el tiempo de exposición (t), hasta conseguir que el valor de exposición sea 0. Haz otra toma con un valor de exposición de -3 y otra con un valor de exposición de 3, manteniendo el número f en 16. Ahora, compara las 3. Verás que la primera foto, con el valor de exposición igual a cero, es correcta (hay suficiente información tanto en los elementos más claros de la imagen como en los más oscuros). La segunda, hecha con un valor de exposición negativo, quedará oscura o subexpuesta. La última, hecha con un valor de exposición positivo,  quedará clara o sobreexpuesta.

Ahora vas a hacer un ejercicio similar, pero manteniendo un tiempo de exposición (t) fijo de 1/200. Este valor de t significa que el obturador estará abierto por un fracción de 1/200 de segundo. Has una primera toma con un valor de exposición de cero, modificando la apertura (f) y dos tomas adicionales, con un valor de exposición de -3 (con una apertura menor.- o en otras palabras, un f más distante del 1) y con un valor de exposición de 3 (con una apertura mayor.- o en otras palabras, un f más cercano al 1), manteniendo el t de 1/200 en ambos casos. Al comparar las 3 fotografías , verás un resultado similar al del ejercicio anterior. La primera foto, con el valor de exposición igual a cero, es correcta (hay suficiente información tanto en los elementos más claros de la imagen como en los más oscuros). La segunda, hecha con un valor de exposición negativo, quedará oscura o subexpuesta. La última, hecha con un valor de exposición positivo,  quedará clara o sobreexpuesta.

Aprendizaje Esperado

La conclusión a la que debes llegar después de este ejercicio, es que una modificación en la apertura debe ser compensada con un ajuste en el tiempo de obturación y viceversa, a fin de conseguir una foto con un balance correcto. La cantidad de luz en una imagen varía prácticamente por cualquier modificación que realices durante la toma (un cambio en la focal, la entrada en el cuadro de un objeto oscuro como puede ser alguien con una camisa negra o claro como puede ser alguien con una camisa blanca, una nube que pasa, un cambio de enfoque, etc.). Justo antes de disparar, recuerda llevar el valor de exposición a 0.

Los colores, así como los tonos claros y oscuros, serán más cercanos a la realidad si has conseguido hacer la foto con un valor de exposición igual a cero. Hay artistas que intencionadamente pueden perseguir el objetivo de subexponer o sobreexponer una imagen, o parte de ésta.

En la próxima entrega explicaré como ajustar los valores f y t, en función del resultado que pretendas conseguir.

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