Con el regreso a la rutina laboral me he visto en la obligación de cambiar el horario de mis clases. La escuela ha conseguido que adelante las últimas clases del primer año, al unirme a un grupo que empezó el Ciclo Global unos meses antes que el yo. Este grupo terminará sus clases el 7 de julio, fecha en la que me uniré a un grupo del Ciclo Profesional que empezó el programa unos meses después, para continuar en el punto en el que abandoné a mi grupo inicial.
Esta experiencia de compartir con más de un grupo ha sido sumamente enriquecedora. Mis compañeros iniciales, muy jóvenes en su mayoría, me impresionaron por su capacidad creativa y de innovación, especialmente aquellos con formación previa en arquitectura o cine y alguno que otro que está haciendo de la fotografía su primera profesión. En las sesiones de tutoría que compartí con ellos pude admirar trabajos verdaderamente impresionantes.
Por su parte, el grupo con el que asisto a clases actualmente, que a su vez es algo más contemporáneo, me impresiona por su interés en reproducir técnicas y esquemas ya probados por artistas 
consagrados del cine y la fotografía a los que hacen referencia en su trabajo, lo cual es otro modelo de aprendizaje que también resulta interesante.
He de reconocer que por haber diferido un número importante de clases, tengo alguna que otra laguna que espero superar cuando me una al siguiente grupo. Sin embargo, ha sido un verdadero placer haber pasado por varias clases de positivado en el laboratorio de revelado o por las clases de flash avanzado, con esquemas de iluminación que me encantará seguir empleando en el futuro.
Por el momento, sigo adelantando con mis ejercicios de fotografía con luz continua, tanto en estudio como en exteriores, con especial interés en el retrato.
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